En una de esas calles tranquilas que parecen resistirse al bullicio de la ciudad pero con todo al alcance de la mano, se encuentra este encantador piso en segunda planta, ideal para quienes buscan equilibrio entre comodidad, ubicación y bienestar. Desde el primer paso, la vivienda transmite orden y armonía gracias a su distribución independiente, donde cada estancia tiene su propio protagonismo.

El salón, amplio y acogedor, invita a la vida diaria con luz natural que entra generosa por su ventana, mientras que la cocina, también independiente, ofrece un espacio funcional, bien ventilado y con todo lo necesario para el día a día. Las dos habitaciones mantienen esa misma tónica: tranquilas, luminosas y con ventilación directa al exterior, ideales tanto para descanso como para teletrabajo. El baño, igualmente con ventana, completa el conjunto con ventilación natural y sensación de frescura.

La orientación de la vivienda, junto con su altura, garantiza una luminosidad constante durante el día. Todas las estancias cuentan con ventanas —dobles y de aluminio— que aseguran un buen aislamiento térmico y acústico, reforzado por una puerta blindada que aporta tranquilidad y seguridad. La calefacción eléctrica y el aire acondicionado permiten mantener el confort en cualquier estación del año, haciendo de esta vivienda un refugio cómodo y eficiente.

Bien comunicada mediante transporte público, con paradas de autobús y metro cercanas, y rodeada de servicios esenciales, este piso representa una oportunidad perfecta para quienes valoran la luz, la independencia de espacios y una ubicación práctica sin renunciar a la calma.